Elba Marcovecchio, viuda del periodista Jorge Lanata, apuntó contra Radio Mitre y el Grupo Clarín en los que su marido trabajó durante los últimos años de su vida y los calificó de “malagradecidos” por reclamar una deuda de 300 mil dólares. La abogada consideró que se trata de un monto “ínfimo” en comparación con todo lo que el conductor les hizo ganar en más de una década de presencia en su programación.
Lanata, fallecido en diciembre pasado, había solicitado un préstamo de 400 mil dólares a la emisora. De esa cifra había devuelto 100 mil y, según trascendió, destinó los fondos a refaccionar su casa en Punta del Este. Las reformas incluyeron la remodelación de la cocina y la incorporación de un baño adaptado a las dificultades de movilidad que enfrentaba en sus últimos años.
“Jorge les dio 12 años maravillosos. Les dio años de popularidad y un nivel intelectual que, ¿quién lo sucede?”, expresó Marcovecchio. En ese mismo sentido, recordó que los bienes que dejó su compañero fueron la vivienda en Uruguay, algunas obras de arte y un automóvil.
Interna entre la ex de Lanata y sus hijas
La letrada, que en los tiempos de la extensa internación del periodista mantuvo fuertes tensiones con las hijas y la ex mujer de Lanata, volvió a subrayar que el dinero del préstamo “no fue en nada para mi casa”. Y agregó: “No participé de todo eso. Jorge quería que la radio le diera una gratificación por los once años que llevaba ahí hasta ese momento. Cuando se comparaba el monto, no era exagerado para los ingresos que él generaba”.
Durante su participación en el programa SQP, conducido por Yanina Latorre, Marcovecchio fue consultada de manera directa sobre si consideraba “malagradecidos” a los directivos de la emisora. Su respuesta fue categórica: “No me invitaron al homenaje en la radio. Reclaman el dinero porque es una corporación y no tienen corazón. Presentan una deuda de valor ínfimo para lo que él les generó”.
En relación con la sucesión de los bienes del periodista, la abogada explicó: “La sucesión ya empezó, pero todavía no hay declaratoria de herederos. No soporto ver el nombre de él en la carátula de un expediente. En mi caso, y también en el de sus hijas, seguimos atravesando un duelo. Lo cuento en primera persona”.
Con visible indignación, Marcovecchio concluyó: “Jorge trabajó toda su vida y trabajaba demasiado. Podría no haber dejado nada porque todo lo ganaba él”.
