En tiempos en que hablar en castellano en Estados Unidos se volvió un acto de resistencia, Gloria Estefan vuelve a su idioma materno con Raíces, su primer disco íntegramente en castellano en dieciocho años. La artista cubana, símbolo latino anticubano de los años 90, presentó el álbum en España, donde recordó que en el contexto actual “decir quiénes somos y de dónde venimos” ya es una forma de tomar posición.
“En el momento que estamos viviendo mundialmente, y particularmente en mi país, era muy importante celebrar nuestro idioma”, explicó en una entrevista con Europa Press. “No hay razón para pensar que el español va a atacar a nadie ni a cambiar a nadie. Es el idioma de mi corazón. Este disco cierra un círculo”, dijo, consciente de que en la América trumpista hasta una canción en castellano puede leerse como un manifiesto de resistencia.
Estefan actuó el domingo pasado en el multitudinario concierto por la Hispanidad en Madrid, donde volvió a defender la diversidad cultural y el aporte de los migrantes. “No le tengo miedo a ningún inmigrante. Somos seres humanos”, afirmó, en una frase que, en la polarizada escena estadounidense, podría sonar casi revolucionaria.

Estefan y Estefan
En su nuevo repertorio, compuesto íntegramente por su marido y socio creativo Emilio Estefan, la cantante retoma el pulso rítmico y afectivo de sus orígenes. “Lo que traemos de nuestros países puede fortalecer una cultura, nos hace más diversos, más fuertes. Emilio y yo somos ciudadanos globales, pero sigo muy sólida en mis raíces cubanas, asturianas, y él en las suyas gallegas y libanesas”, señaló.
Lejos de los himnos bailables que la hicieron célebre -“Conga”, “Hoy”, “Mi tierra”-, Raíces parece un regreso íntimo y a la vez político. En su medio siglo de carrera, Estefan asegura haber tenido que enfrentarse siempre “contra viento y marea” a quienes dudaban de su proyecto. “Cada vez que uno intenta algo nuevo, hay alguien que dice que no. Pero no hay palabra que nos motive más que esa”, bromeó.
