La música, a veces, es la única forma de hablar con quienes ya no están. Por eso Leandro “Yoyo” Pane, bandoneonista e hijo del gran Julio Pane, decidió convertir el dolor en homenaje: el miércoles 11 de junio, a las 19, en el mítico Salón Marabú, la Orquesta Típica Julio Pane presentará en vivo su primer disco, Legado Pane, una obra atravesada por la memoria y el amor. No es un simple debut: es también el último registro grabado por el maestro del fueye antes de su muerte, y una forma de seguir respirando a través del sonido.
“Mi viejo estaba entusiasmado con este trabajo. En 2013 encontré temas que él había escrito en su juventud: arreglos, composiciones propias, un poco de todo. Se los mostré y enseguida se ilusionó con la idea de armar una orquesta”, cuenta Yoyo. “Fueron años de trabajo, largas jornadas, meses enteros de dedicación. Muchas veces se despertaba a las 4 de la mañana porque no quería olvidar una idea, y nos poníamos a escribir hasta cualquier hora”.
El disco incluye un vals compuesto por su abuelo, una milonga dedicada a su hermana, su cuñado y su sobrino, un tema en homenaje a Osvaldo Tarantino, otro escrito para Leopoldo Federico y hasta un tango de Néstor Marconi dedicado al propio Julio Pane. “Es un privilegio poder mostrarlos”, dice.
La genealogía musical de los Pane es ineludible: su abuelo Francisco, su tío abuelo Vicente, su padre Julio, y ahora él, todos con el fueye en la rodilla. “La música es eso: estudio, formación, disciplina. Pero también es una manera de compartir lo más hermoso de la vida: una comida, una charla, un café. En mi caso, intento transmitir las emociones humanas más profundas. Eso es lo que busco: precisión para contar lo que sentimos”.
Grabado en los emblemáticos estudios ION, Legado Pane se apoya en un equilibrio orquestal entre bandoneones y cuerdas que conmueve. “Fue una experiencia increíble. Ahí grabaron muchos grandes. Trabajar con el mítico Da Silva fue un honor. Todo su profesionalismo quedó plasmado en el disco”.
El proceso no fue fácil: las composiciones son complejas, demandantes. “Una orquesta es una aventura. Es como intentar ordenar un diálogo entre doce personas. Todos tenemos que tener claro el objetivo. Una orquesta típica es algo colectivo, más allá de quién esté al frente. Imaginate si como argentinos fuéramos todos juntos detrás de una gran idea… cómo nos iría. Pero bueno, no me voy a meter en temas políticos. Solo digo que sin coordinación no hay proyecto posible, sea artístico o de otro tipo. Por eso no hay que bajar los brazos: esta tierra siempre tiene algo para darnos”.
Yoyo asegura que la orquesta ya tiene repertorio suficiente para un segundo disco, y que lo van a grabar. “Ahora es momento de presentar el primero, que es también el último trabajo de mi viejo en vida. Pero más adelante todo lo que venimos construyendo va a ver la luz. Trabajamos mucho para lograr una identidad que represente su estilo. Hay orquesta para rato. Era su deseo”.
El legado de Julio Pane es vasto. Tocó con Horacio Salgán, Astor Piazzolla, Atilio Stampone, Armando Pontier, Héctor Stamponi, Miguel Caló, José Basso, Leopoldo Federico. Fue primer bandoneón solista de la Orquesta del Tango de Buenos Aires, dirigida por Raúl Garello y Carlos García. “Papá forjó un estilo, una forma de decir el tango. Por eso lo llamaban. Tenía una comprensión muy amplia del género”.
Yoyo sabe que vivir de la música no es fácil, pero que vale la pena. “Abrí los ojos y estaba rodeado de tango. Y mi viejo también: nació en 1947, hijo y sobrino de bandoneonistas. Eso te marca. Siempre nos contaba cómo empezó a estudiar con Julio Ahumada en 1964, uno de los más grandes del instrumento, y cómo permaneció a su lado hasta 1968, cuando ingresó a El Viejo Almacén. Después vino Caño 14 y todo cambió. Se fue demasiado pronto, y no solo por el dolor personal, sino por todo lo que le hubiera aportado a la cultura popular unos años más. Pero queda su música. Su legado. No nos queda otra que intentar continuar esa senda”.
Orquesta Típica Julio Pane
La agrupación presentará en vivo su primer disco Legado Pane. El miércoles 11 de junio, a las 19 en Salón Marabú, Maipú 365.