En la semana de los «campeones declarados», tal como escribió la AFA sobre el título de Central, Lanús se consagró campeón este sábado de la Copa Sudamericana de la vieja manera: en la cancha. Con Nahuel Losada de figura, el arquero que atajó tres remates, el Granate venció 5-4 en los penales a Atlético Mineiro de Brasil y se quedó con la tercera estrella internacional de su historia, la segunda Sudamericana tras la primera de 2013.
Tras un partido que no pudo escaparse de la tensión habitual de las finales y del calor de Asunción, todas las emociones llegaron sobre el final: Walter Bou y Lautaro Acosta erraron sus penales pero Losada se ganó un lugar en la historia de Lanús. El equipo de Mauricio Pellegrino retuvo para Argentina el título conseguido el año pasado por Racing. Atlético Mineiro, dirigido por Jorge Sampeoli, ya había perdido el año pasado otra final, la de la Libertadores, ante Botafogo.
Lanús ya tenía en sus vitrinas la Copa Conmebol, ganada en 1996 ante Independiente Santa Fe de Colombia, y la Copa Sudamericana ganada en 2013 contra el Ponte Preta de Brasil. Pero, a la vez, llegaba a este partido con tres finales perdidas consecutivas en el ámbito internacional, la Suruga Bank de 2014 ante el Kashiwa Reysol, la Libertadores 2017 frente al Gremio y la Sudamericana 2022 contra Defensa y Justicia. En la Conmebol 1997, además, Lanús y Atlético Mineiro ya habían jugado una final ganada por los brasileños.
El título supone además un premio para un Lanús que tiene una particularidad: es el equipo argentino con mas participaciones consecutivas en competencias internacionales, siempre presente desde 2013. En 2026 participará en su 14a edición consecutiva, ya sea en Sudamericana o Libertadores.
Sudamericana argentina
Con la Copa Libertadores en manos de los equipos brasileños desde 2019, la final que Flamengo y Palmeiras jugarán el sábado que viene por el máximo trofeo continental se convertirá en el séptimo triunfo consecutivo para clubes del mismo país. La Sudamericana, en cambio, está más repartida, lejos de una hegemonía brasileña: de hecho, de las últimas siete ediciones, sólo ganó una, la de Athletico Paranaense en 2021.
El resto, en este lapso, fue propiedad de equipos de Ecuador (Independiente del Valle en 2019 y 2022, y Liga de Quito en 2023) y de Argentina (Defensa y Justicia en 2020, Racing en 2024 y Lanús en 2025). Los de Independiente, claro, recordarán que la ganaron en 2017, así como River en 2014. En el medio, en 2015, fue el caso de Chapecoense, declarado campeón en homenaje por Atlético Nacional: la mayor parte del plantel brasileño murió en un accidente de avión cuando llegaba a Medellín para jugar la final de ese año.
Bajo el calor sofocante de Asunción, tal como había ocurrido el año pasado en el triunfo de Racing ante el otro equipo de Belo Horizonte, Cruzeiro, Lanús y Atlético Mineiro jugaron bajo una premisa de control: evitar un error que, con el resultado en desventaja, sería imposible de revertir. En una final en la que quedó claro de entrada que ganaría el equipo que haría el primer gol, Atlético Mineiro estuvo más cerca en el primer tiempo -con poco- y en el segundo, Lanús -aún con menos-, pero siempre dentro de la táctica elegida por Mauricio Pellegrino: en el alargue no pasó nada.
Película habitual del fútbol, Lanús estuvo a un minuto de quedar eliminado en octavos de final: perdía 1-0 la serie contra Central Córdoba de Santiago del Estero cuando, en el minuto 91 de la revancha, Dylan Aquino marcó el gol que llevó la serie a los penales, donde el equipo de Pellegino ganó 4-2. Luego siguieron triunfos en cuartos de final contra Fluminense -victoria 1 a 0 en el Sur y empate 1 a 1 en el Maracaná, con un remate brasileño en el palo en la última jugada- y un triunfo con sabor a revancha argentina contra la Universidad de Chile, 2 a 2 como visitante y 1 a 0 de local. Los chilenos habían eliminado a Independiente en el escritorio, signos de estos tiempos, también en la Conmebol.
En una era en que la AFA regala estrellitas por todos lados -habrá ocho campeones por año desde 2026-, Lanús también fue favorecido desde el escritorio a fines de 2024, cuando el organismo de Claudio Tapia le otorgó el reconocimiento de título oficial a la Copa Juan Domingo Perón que el Granate había obtenido en 1955, Lanús la contó como su séptima estrella pero, antes que ser declarado campeón, hay algo mejor: consagrarse en la cancha, como ayer.
