Una goleada argentina para abrir el Mundial de futsal femenino tras varias décadas de lucha y pasión

Una goleada argentina para abrir el Mundial de futsal femenino tras varias décadas de lucha y pasión


Anita Ontiveros soñó con su gol la noche anterior. Lo confesó después del partido, todavía con la respiración acelerada. Soñó que iba a marcar el primer gol del primer Mundial femenino de futsal de la historia. Y al día siguiente, en el estadio PhilSports Arena de Manila, en Filipinas, lo transformó en realidad. El viernes, Argentina goleó 6 a 0 a Marruecos en su debut mundialista y el equipo dirigido por Nicolás Noriega escribió un nuevo capítulo en esta historia que arrancó hace 20 años, en 2005, con la primera Selección argentina femenina de futsal.

Anita, mendocina de Guaymallén, creció en una casa repleta: papá, mamá, cuatro hermanos y su abuela. Su destino, aunque entonces nadie lo supiera -ni siquiera ella que renegó del futsal en sus comienzos-, estaba cerca de su casa. Al frente, una cancha de futsal.

Empezó a jugar al fútbol con sus hermanos -como la mayoría de las jugadoras argentinas que superan los 30 años- hasta que un entrenador de la zona la contactó para formar parte de su primer equipo, Laverriere. Anita era adolescente. Cuando llegó al entrenamiento y conoció a sus compañeras se encontró con sólo cuatro chicas de su edad y un plantel conformado en su mayoría por jugadoras de más de 30 años. “No entendía nada”, se ríe ahora. Ese crecimiento con futbolistas de experiencia marcaron, posiblemente, parte de su personalidad: disciplinada y compañera. O quizá fue su hermano mayor, Eduardo, quien le enseñó el sacrificio: la llevaba en bicicleta todos los días a entrenar a cambio de que Anita se durmiera temprano y tuviera oficio.

“Me enseñaron lo primero que aprendí. Yo no sabía más que correr, gambetear y meter goles”, cuenta. Jugó en Chile, disputó una Copa Libertadores con Cerro Porteño, se fue a Brasil y, desde hace cuatro años, juega en la liga española. Con la camiseta argentina consiguió dos subcampeonatos de América y una medalla de plata en los Juegos Odesur 2022. Y claro también consiguió convertir un gol histórico, ese que se grita una vez y se recuerda para siempre.

Una goleada argentina para abrir el Mundial de futsal femenino tras varias décadas de lucha y pasión

El reclamo del futsal

El recorrido de Anita se canalizó a través de sus lágrimas en el himno nacional que sonó en la previa del partido. Pero también el del futsal femenino. Durante años, las jugadoras le reclamaron a la FIFA su derecho a tener un Mundial.Porque la igualdad no puede ser una promesa”, decía la argentina Julia Dupuy -una de las goleadoras argentinas en el debut mundialista- en el video que las jugadoras publicaron como protesta. En 2023 fueron subcampeonas de América, con cinco mil personas en el estadio Malvinas Argentinas de Argentinos Juniors, en Buenos Aires. Ese día, la capitana Carina “Becha” Núñez lo dijo también con claridad: “Estos estadios llenos son otro motivo para que la FIFA se dé cuenta de que merecemos nuestro Mundial”. La historia, finalmente, se movió.

En su debut, Argentina manejó de manera inteligente los primeros minutos. El gol tardó en llegar, a pesar de las ocasiones generadas. En la mitad del primer tiempo, Anita aprovechó un rebote de la arquera marroquí luego de una jugada de Núñez, quien pivoteó, amagó y remató como el manual de la pivot lo indica.

Ese desahogo generó tranquilidad en las argentinas, que supieron jugar como nos tienen acostumbrados. Las recuperaciones en primera línea, las transiciones bien manejadas, la generosidad en defensa y la pelota parada fueron la clave para la victoria. Los goles se repartieron en seis jugadoras y eso, también, explica la versatilidad que tiene la Argentina: Ontiveros, Agostina Chiesa, Mailén Romero, Luciana Natta, Lara Villalba y Dupuy.

Esta Selección llegó al Mundial con un proceso que arrancó en 2017 con la llegada de Noriega al banco. La semiprofesionalización del fútbol femenino de campo, celebrada como un triunfo, tuvo su costado amargo para el futsal. A partir de 2019, la doble disciplina quedó prohibida para las jugadoras que firmaron sus primeros contratos y muchas futbolistas que formaban parte de la Selección de futsal abandonaron este deporte. Hubo que empezar de cero. O algo parecido. Pero el tiempo hizo su trabajo y permitió tener hoy un equipo conformado por jugadoras de experiencia y jóvenes que tuvieron su recorrido en las selecciones juveniles y que, sobre todo, crecieron con la técnica y la táctica del futsal.

Mañana lunes y jueves, Argentina cerrará la fase de grupos frente a Polonia y Filipinas respectivamente. Buscará quedar entre las dos mejores selecciones del Grupo A, para clasificar así a los cuartos de final. Ahora queda disfrutar lo logrado -y no me refiero únicamente al triunfo argentino-.

El gol de Anita no sólo abrió el partido ni el Mundial. Ese gol es la prueba de que nada empezó en Filipinas. Empezó en los torneos de futsal que se jugaban en la década del setenta en Unión de Ezpeleta, al sur del conurbano. Empezó hace veinte años, con la primera Selección argentina y con los siete equipos que formaron parte del primer torneo argentino. Empezó con reclamos a la FIFA y empezó cada vez que una piba cruzó la vereda de su casa para frenar la pelota con la suela en una cancha de futsal. «



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