Un padre que no está pero se nota presente, una hija que hereda de él, entre otras cosas, su amor por el teatro, una obra que además es debut en dramaturgia y dirección. Y muchas cosas más seguramente también es Cría, ¿a quién le pertenece mi corazón?, de Catalina Luchetta, que acompañada en las tablas por Matías Broglia lleva dos meses en funciones, que se prolonga otro más. Sí, un éxito. También interno de Luchetta, quien expone el agradecimiento a su papá que murió hace diez años, a su mamá y seres queridos, y por supuesto, al teatro. Que ahora le da la posibilidad de “traer un ratito” a su papá cada domingo para explorar el vínculo entre un padre y una hija.
En 2024 la Dirección General de Enseñanza Artística (DGEART) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó una nueva edición del programa Incubadora de Primeras Obras, donde se convoca a “artistas de distintos rubros y los incentivan a escribir su primera obra”, recuerda Luchetta los orígenes de Cría. “Mandé un boceto, una pequeña idea, y me seleccionaron. Así que durante el año 2024 estuve participando de ese proyecto que incluye una tutoría en dramaturgia, en la escritura de la obra, y también unas tutorías en producción teatral. El año pasado terminamos haciendo un walking progress y este año la estrenamos el 13 de julio.
–¿Qué decía aquel boceto, te acordás?
-Fue una pequeña idea describir una obra autobiográfica contando un pedazo de mi vida, pero no sabía bien cuál. Así que una vez que arranqué con el programa de dramaturgia pude ir encontrando a qué parte de mi historia le quería poner el foco.
-¿Y cuál es esa parte?
-Sobre todo al tema de la identidad, de cómo fue mi nacimiento y la aparición en este mundo, a mi historia con mi papá, mi vínculo con él: mi papá falleció hace diez años, era dramaturgo y director de teatro, entonces pude encontrar la manera de contar nuestra historia no solo a través del teatro sino contándola con el teatro. Hay algo que sucede en la obra donde se habla mucho del teatro mientras sucede el teatro.

Foto: Gentileza Martín Dichiera
-¿Empezaste a estudiar teatro por él?
-Sí, por él y mi mamá que también es actriz, directora y en su momento era docente de teatro. Yo empecé muy chica tomando clases, después me formé como clown durante muchos años y después hice la carrera de actriz en la EMAD.
-¿De qué murió?
-De cáncer. Yo tenía 17 años cuando falleció.
-Los que lo conocieron, ¿qué te dicen?
-Hace dos meses que la estamos haciendo con Matías, que hace de mi papá. Y la gente que lo conoció dice que pueden ver mucho y claramente a Darío Luchetta y el vínculo que se genera entre nosotros dos. Mucha gente muy emocionada, amigos de mi papá agradeciéndome que lo traje de nuevo un rato.
-¿Qué descubrimiento hiciste de tu papá?
-Conté una parte de la historia que tiene que ver con mi manera de llegar al mundo que fue a través de una fertilización asistida. Mi papá tuvo cáncer y quedó estéril antes de que yo naciera, entonces nací por un donante, y cuento un poco esa historia de amor, de valentía y de coraje por querer ser padre. Y también todo el legado que tiene que ver con el teatro. En la obra lo traigo a escena para que me ayude a contar nuestra historia.
-Hablaste de identidad, ¿cómo la definirías?
-Tiene que ver mucho con el corazón, con la crianza. Por eso esta obra se llama Cría. Soy hija de mi papá que es el que me crió y el que eligió junto con mi mamá que yo nazca. Y en la obra me pregunto mucho sobre los lazos de sangre y los lazos del corazón.
-El título toma a cría como sustantivo y también como verbo de crianza. ¿Lo tuviste así desde el principio o te apareció en el proceso creativo?

-El nombre me costó mucho encontrarlo. Tenía ganas de que estuviese puesto el foco más en la hija que en el padre, y apareció la palabra cría y me hizo sentido.
-¿A Matías lo elegiste vos?
-Cuando empecé a escribir la obra no sabía que iban a aparecer dos personajes. Y en un momento apareció uno que lo llamé Tipo. Y al toque pensé en Mati. Ya lo conocía y me gustaba mucho cómo laburaba, y sentí que sus características me podían servir mucho para lo que estaba buscando. Fue un gran acierto.
-En la escritura existe eso de ‘escribirse’ a uno mismo. Pero en la actuación no sucede tanto. Y además dirigís la obra. ¿Cómo hiciste para, por decirlo de alguna manera, no hacerte trampa?
-Fue un proceso muy largo. Empecé a escribir la obra sin saber a dónde estaba yendo, qué estaba buscando. De repente se me armó que había dos personajes (él es Tipo, ella, Pendeja); que yo iba a actuar de mí misma y que el otro iba a ser mi padre. Y estaba muy segura de que no quería dirigir la obra. Porque además no soy directora y nunca había dirigido. Necesitaba una mirada de afuera para dirigirme y poder correr la mirada de mí misma. Y en ese proceso de buscar a alguien que me dirija tuve varias crisis, y en verdad se estaba dando que ya la estaba dirigiendo yo: junto con mi asistente de dirección ya veníamos de un proceso largo, y tomé la decisión de dirigirla yo acompañada de todo el equipo.
-¿La obra te sirvió para imaginarte cómo sería hoy tu papá?
-No pensé en eso. Está muy presente y lo sentí muy presente en todo el proceso. Y ahora cada domingo que hacemos la función siento que es como traerlo un ratito acá. Pero más allá del dolor de no tenerlo, pienso que esta obra no habría sido posible si él estuviera acá. No me lo imagino de otra manera. Desde chica fantaseaba con mi papá de hacer una obra juntos, pero seguro que no sería Cría.
-¿Qué nuevas características fue tomando la obra según pasaron las funciones?
-Creo que cada función nos encontramos con más posibilidades de jugar con Mati. Sentimos que tenemos una base muy armada. Es una obra que es íntima pero a la vez muy hacia afuera, muy con el público. Entonces cada función, como hay un público distinto, nos encontramos con algo nuevo.

-Hagamos la fantasía de que él estuviera vivo, ¿en qué fila te gustaría que se sentara para verla?
-En el medio, en la cuarta fila en el medio estaría bien.
-¿Cuál fue el comentario de la obra que más te sorprendió?
-Nos preguntaron si éramos padre e hija de verdad (risas). Y no nos llevamos tantos años con Matías.
Cría. ¿A quién le pertenece mi corazón?
De Catalina Luchetta. Intérpretes: Matías Broglia y Catalina Luchetta. Dramaturgia y Dirección: Catalina Luchetta. Domingos a las 20 en Espacio Callejón, Humahuaca 3759.