Los descensos, esa conveniencia política de la AFA y dolor deportivo que va y viene, pegó duro en Cuyo

Los descensos, esa conveniencia política de la AFA y dolor deportivo que va y viene, pegó duro en Cuyo


Como la marea, los descensos en el fútbol argentino vienen y van. En la última década, la cantidad de equipos que perdieron la categoría y cayeron de la Primera División al Nacional cambió según las necesidades políticas de la AFA y la reestructuración de los torneos. Entre los 30 equipos que ya se consolidaron este año en la A -y permanecerán en 2026- y los 38 del Nacional, un total de 68 clubes pueden considerarse parte de la elite del fútbol campeón del mundo. Con dirigentes felices, la AFA multiplica su poder.

En 2015, por ejemplo, fue el turno de dos clubes (Crucero del Norte de Misiones y Nueva Chicago). En 2016, de uno solo (Argentinos). En 2017, de cuatro (Aldosivi, Atlético Rafaela, Quilmes y Sarmiento), al igual que en en 2018 (Arsenal, Olimpo, Chacarita y Temperley) y 2019 (San Martín de Tucumán, Belgrano, Tigre y San Martín de San Juan).

Pero luego hubo dos temporadas, bajo la excusa de la pandemia, en que no hubo descensos: 2020 y 2021. Volvieron en 2022 y fueron dos: Patronato y Aldosivi. En 2023 iban a ser tres pero la AFA cambió el reglamento a mitad de temporada: finalmente descendieron dos, Colón y Arsenal. En 2024, para que los 28 equipos de Primera se conviertan en los actuales 30, volvieron a suspenderse. Y este año, finalmente -ayer-, fue el turno de otros dos, ambos de Cuyo, San Martín de San Juan y Godoy Cruz de Mendoza.

Uno, San Marín, descendió por los promedios: terminó último. El otro, Godoy Cruz, por la tabla anual: también los sanjuaninos cerraron la sumatoria de puntos en 2025 pero, ya descendidos, las víctimas pasaron a ser los mendocinos, anteúltimos en el año.

Los descensos, esa conveniencia política de la AFA y dolor deportivo que va y viene, pegó duro en Cuyo

Sin polémicas arbitrales y un buen desempeño también del VAR, las dos plazas se decidieron tras un sábado dramático, en el que el gran ganador fue Aldosivi: había dos plazas para el descenso y tres equipos con posibilidades de ocuparlas. Los marplatenses vencieron 4 a 2 a San Martín y Godoy Cruz no pasó del empate 1 a 1 ante Riestra aunque, con el otro resutlado, tampoco le habría alcanzado ganar.

El partido en Mar del Plata fue tremendo: los sanjuaninos se pusieron en ventaja en el segundo tiempo, un resultado que condenaba directamente a Aldosivi: luego el local lo revirtió 2-1, llegó un 2-2 que fue una última esperanza para San Martín y finalmente, ya en el descuento, el Tiburón pasó al frente. Ambos equipos habían ascendido en 2024, por lo que su adaptación a Primera fue mala, aunque Aldosivi tuvo un sprint final que lo salvó.

El caso de Godoy Cruz llama la atención. Los mendocinos estaban consolidos en Primera División desde 2009 e incluso fueron subcampeones en la temporada 2017-18.

En este lapso, el Tomba también fue protagonistas de varias competencias internacionales: participó en cinco ediciones de la Copa Libertadores (2011, 2012, 2017, 2019 y el año pasado, 2024, cuando perdió en la fase 2 contra Colo Colo) y en tres de la Sudamericana (2011, 2014 y el actual 2025).

En la tabla anual de Primera División en 2024, incluso, Godoy Cruz terminó sexto, por lo que este año jugó la Sudamericana. Suena a chiste pero, en la primera fase, los mendocinos terminaron en el primer puesto por encima de Gremio, de Brasil: los dos partidos entre ambos terminaron en empate, 2-2 en Mendoza y 0-0 en Porto Alegre. La aventura, eso sí, llegó hasta los octavos de final, cuando Godoy Cruz perdió 3-1 en el global contra Atlético Mineiro, que el próximo sábado jugará la final de la Sudamericana ante Lanús.

Sin embargo, el equipo que el año pasado jugó la Libertadores y este la Sudamericana entró en una descomposición acelerada, imprevista. Encima el descenso ocurre en medio de lo que era un orgullo, el regreso a su cancha, el Feliciano Gamberte, finalmente remodelado luego de tantos años en el estadio provincial, el Malvinas Argentinas. Godoy Cruz ni siquiera había terminado tan mal en el Apertura, el primer semestre del año, noveno de 15 equipos, pero su Clausura -comenzado en agosto- sí fue pésimo: terminó 14, con sólo un triunfo en 16 presentaciones.

Pasaron cuatro técnicos en el año, Ernesto Pedernera, Esteban Solari, Walter Ribonetto y, ya en las últimas fechas, Omar Asad, en un regreso más emotivo que práctico.

Si durante mucho tiempo Godoy Cruz fue la reserva triunfal de Mendoza, su descenso ocurre justo cuando Gimnasia, el Lobo mendocino, acaba de su ascender a la máxima categoría. No sólo eso: Independiente Rivadavia, el otro gran equipo de la provincia, es el flamante campeón de la Copa Argentina.

San Juan, en cambio, tiene en San Martín a su habitual representante en Primera: sólo en los viejos Nacionales la provincia contó también con la presencia de Desamparados, Juventud Alianza y Alianza con fugaces pasos por la máxima categoría.

Si a la Primera División aún le resta por saber uno solo de sus 30 participantes en 2026 -saldrá de Morón, Deportivo Madryn, Estudiantes de Caseros y Estudiantes de Río Cuarto-, el Nacional tendrá seis equipos nuevos el año que viene: a San Martín de San Juan y Godoy Cruz se les suman Ciudad Bolívar, Midland -ascendió ayer- y otros dos equipos por resolver, uno de la B y otro del Federal A.



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