“Hace dos años que no paro”, dirá, palabras más, palabras menos, Dolores Fonzi. La respuesta no es casual, ya que atiende el llamado telefónico desde algún lugar del preembarque de Ezeiza, mientras espera la salida del avión que la volverá a llevar a Chile, donde está grabando la serie de Netflix Mis muertos tristes, adaptación del cuento homónimo de Mariana Enriquez que está dirigiendo nada menos que Pablo Larraín. Pero antes que eso, en su sinfín de recorridos, fue Blondi, su ópera prima como directora, en la que demostró su talento también detrás de cámara; Nonostante, una película italiana en la que actuó y que estuvo el año pasado en el Festival de Venecia; La casa de los espíritus, otra serie que filmó en Chile basada en la mítica novela de Isabel Allende; hasta llegar a Belén, la película que se estrena en salas nacionales este jueves 18 de septiembre. El film se dará a conocer unos días después (el martes 23) como parte de la competencia oficial del Festival de San Sebastián y, en noviembre y llegará a los hogares a través de la plataforma Prime Video.
Belén se basa en el durísimo caso real que inspiró el libro de Ana Correa Somos Belén, uno de los motores que inspiraron al movimiento Ni Una Menos. Una noche de marzo de 2014 Belén (interpretada en el film por Camila Plaate) llegó con mucho dolor en el abdomen al modesto Hospital de Clínicas Dr. Nicolás Avellaneda de Tucumán. Allí le dieron un calmante, la dejaron recostada y, cuando en un momento ella fue hasta el baño, volvió sangrando: había tenido un aborto espontáneo y ella ni siquiera sabía que estaba embarazada.
Poco después llegó la policía y la esposó acusándola de haber abortado intencionalmente. “Homicidio”, anotó la oficial en la historia clínica. Más tarde la detuvieron y encarcelaron. Estuvo presa casi dos años y medio. Y podía haberlo estado mucho más.
La película, escrita por la propia Fonzi junto a Laura Paredes –coprotagonista del film–, arranca con esa shockeante escena filmada casi en su totalidad en un angustiante plano secuencia. Varios meses después, la abogada Soledad Deza (interpretada por la propia Fonzi), se topa de manera casual con el caso de Belén. Como la situación le llama la atención, se pone a investigar y ve cómo la sociedad tucumana parece estar decidida a hacer un ejemplo con ella, condenándola a prisión por mucho tiempo, posiblemente de por vida, bajo el cargo de “asesinato agravado por el vínculo”. Y que su abogada defensora de oficio (Julieta Cardinali) no parece demasiado motivada para cambiar las cosas. Tras su inicial condena, será Soledad y su equipo (compuesto íntegramente por mujeres) las que tomarán el caso y de allí en adelante harán todo lo posible por revertir el fallo. Pero solas no podrán y, para torcer el brazo de la “Justicia” serán necesarias movilizaciones populares no sólo en Tucumán, sino en todo el país.
“Se me acercaron con la historia allá por 2015, cuando yo estaba con La patota, en una época de plena militancia –recuerda Fonzi–. Me pareció espeluznante. En ese momento estaba en una entrega de premios y ahí hice un reclamo pidiendo justicia para ella. Poco después salió el libro de Ana y ella me invitó a presentarlo. Y ahí fue que conocí a la verdadera ‘Belén’ (NdR: no es su nombre real). Entonces Leti (Leticia Cristi, productora de K&S Films) compró los derechos del libro para hacer la película. En ese momento la idea era que yo actuara solamente, pero pasó el tiempo, no tenían directora y cuando yo salí con Blondi, Leti me propuso hacer todo: actuar, pero también escribir el guión y dirigir. Así que lo fui escribiendo en medio de la filmación de La casa de los espíritus y todo siguió a partir de ahí”.

-Parte de la película se filmó en Tucumán. ¿Cómo es recordado el caso ahí?
-Para las chicas jóvenes de allá, la historia es como la de “el hombre de la bolsa”. Que te pueda pasar eso es el máximo miedo que todas tienen, es como un mito de película de terror. Ahora las cosas han cambiado un poco, pero cuando pasó lo de Belén nadie se enteró que estuvo presa dos años y tres meses. Fue como si hubiera desaparecido. Fueron los movimientos feministas los que ayudaron a dar a conocer su caso, a que saliera a la luz. El caso Belén mostró el terror detrás de ser mujer en la Argentina.
-¿Hablaste con Belén, con sus familiares, con Soledad? ¿Aportaron ellas a la construcción del guión?
-Soledad fue muy generosa. Es una mujer muy piola, muy inteligente. Es de familia de abogados y lo lleva en la sangre. Ella participaba en una agrupación llamada “Católicas por el derecho a decidir”. Tenemos muchas similitudes, yo también vengo de una familia de abogados y la religión también es parte de mi historia. Traté de capturar algo del espíritu de ella. Y a Belén la conocí gracias a Ana Correa y ella estaba muy agradecida de que contáramos su historia. Les dimos el guión para leer y, en general, hemos respetado casi todo lo que cuentan tanto el libro de Ana como lo que escribió la propia Soledad, hasta detalles mínimos, de vestuario. Cambiamos algunas cosas por cuestiones dramáticas, pero lo esencial quedó tal cual sucedió.
Para el papel de Belén y el de su hermana, Fonzi eligió a dos hermanas de la vida real: Camila y Ruth Plaate. Y luego tuvo que decidir cuál iba a interpretar cada rol, ya que ambas son importantes en la historia. El resto del elenco lo integran Laura Paredes como la amiga y asistente de Soledad, Luis Machín como el juez del caso, Sergio Prina como el marido de Soledad, Liliana Juárez como la madre de las dos chicas y César Troncoso, entre muchos otros.
“Es una película mucho más grande que Blondi, con muchos más riesgos y desafíos –asegura la actriz de El aura y Truman–. Pero creo que tienen muchas cosas en común ya que ambas hablan de la maternidad y de todo lo que la rodea. La película la pensé en función de lo que sentía que pedía la historia: hay un plano secuencia para contar lo que pasó de un modo urgente, pero en otros momentos, como en la cárcel, la cámara está fija. Me interesaba no acentuar nada, que no fuera la película la que opinara sino los hechos”.
Se viene el estreno que la tiene entusiasmada y también algo nerviosa. “Estar en la competencia del Festival de San Sebastián es una locura, un regalo único –dice–. Es el primer festival al que fui en mi vida, con la película de Fito Páez (Vidas privadas) y me acuerdo que aquella vez él se puso a tocar el piano en el Hotel María Cristina y nos pusimos todos a cantar, así que le pedí que viniera a tocar después de la proyección y se va a hacer unos días para pasar”.
De todos modos, asegura, le cuesta pensar a largo plazo. “Ahora pienso en subir al avión y bajar del avión, ja!”, se ríe. “Seguramente haremos algo con las agrupaciones, queremos movilizar y sé que se va a hacer algo también en la Legislatura Porteña –explica–. A diferencia de lo que pasó con Blondi, temas como el de Belén trascienden la película, están editorializados ya desde antes”.
Si bien Belén se pudo hacer gracias a la producción de Prime Video, Fonzi es más que consciente de que la situación actual del cine argentino es complicadísima, que no todos tienen la suerte de tener ese tipo de apoyo económico para filmar y hay muchísima gente sin trabajo. “Es un horror lo que está pasando, pero no va a durar toda la vida –dice, entre expectante y optimista, quizás a partir de los resultados electorales del domingo pasado–. Cuando termine esto tenemos que volver unidos, organizados y, sobre todo, pensantes. Estos orangutanes vinieron a romper todo pero no lo van a lograr y, cuando se vayan, nos vamos a rearmar dejando que sea la gente joven la que ocupe los espacios”. «
Belén
Dirección: Dolores Fonzi. Guión: Fonzi y Laura Paredes, basado en Somos Belén, de Ana Correa. Intérpretes: Fonzi, Paredes, Julieta Cardinali, Camila Plaate, Luis Machín. Estreno: 18 de septiembre. En cines.
Una agenda con muchas novedades
Belén llegará a los cines de la Argentina el jueves 18 de septiembre, se verá por Prime Video a partir de noviembre y muy probablemente esté en la pelea por ser la representante argentina a los premios Oscar, un puesto que todavía parece bastante vacante y en el que podría tener muchas posibilidades.
En 2026 llegarán a las plataformas las dos miniseries que Fonzi filmó entre Chile y la Argentina en 2024 y 2025. La primera es la adaptación de La casa de los espíritus, en la que interpretará a la protagonista, Clara del Valle, rol que hizo nada menos que Meryl Streep en la versión cinematográfica de 1993. Producida por Eva Longoria y con dirección de los chilenos Andrés Wood y Francisca Alegría, la serie tiene un elenco internacional que incluye actores mexicanos, colombianos, chilenos, argentinos y españoles.
También el año próximo, pero más tarde (todavía no hay fechas confirmadas para ninguna de las dos), llegará a través de Netflix la adaptación de Mis muertos tristes, cuento de Mariana Enriquez incluido en el libro Un lugar soleado para gente sombría. Con dirección de Pablo Larraín (El club, No, Spencer), la serie de cuatro episodios incluye en su elenco a Mercedes Morán, Alejandra Flechner y Carlos Portaluppi, entre otros.
La adaptación tomará además elementos de otros tres cuentos de Enriquez —“Julie”, “Un lugar soleado para gente sombría” y “Cuando hablábamos con los muertos”— para contar la historia de una mujer de 60 años (Morán) y de su sobrina (Fonzi) que pueden comunicarse, de maneras diferentes, con los muertos.
Así, reza la sinopsis oficial: “Lo que comienza como un reencuentro familiar se convierte en una perturbadora cadena de eventos que alteran el equilibrio entre el mundo de los vivos y los muertos, contagiando a todo un barrio con las voces del más allá”.