“El charango como símbolo de la cultura andina siempre fue desvalorizado pero sigue en pie”

“El charango como símbolo de la cultura andina siempre fue desvalorizado pero sigue en pie”


Este jueves 9 se estrena en Buenos Aires Alegrito ha ‘i ser, el primer álbum solista de Miguel Vilca, un bello y profundo trabajo que reúne diez temas de este compositor y músico jujeño. Hace más de quince años que Vilca se dedica a estudiar y elaborar, en distintas etapas, música andina. “Estas diez piezas corresponden a los últimos años”, introduce en temas que parecen de especialistas pero no lo son.

“En este tiempo encontré una serie de elementos particulares de la música andina, como ser los compases irregulares, una escalística más interesante que por ahí sale de lo convencional pero respetando la identidad rítmica de nuestras músicas folklóricas andinas. Así que en el disco van a encontrar caporal, bailecitos, cuecas, huaynos. Y todo eso tiene una fuerte impronta en lo rítmico, pero en lo melódico y lo armónico busca ampliar ese vocabulario armónico y rítmico. Y eso lo encontré estos últimos años a partir de poder venir a estudiar a Buenos Aires”, agrega.

Miguel Vilca: “El charango como símbolo de la cultura andina siempre fue desvalorizado pero sigue en pie”
Miguel Vilca

Con la ductilidad que muestra en el disco, Vilca sigue explicando detalles que parecen de especialista, pero que se acercan más a una clase magistral. Veamos. Antes de venir a estudiar a Buenos Aires, este docente y charanguista inició su instrucción en el Conservatorio Provincial de Música, donde se convirtió, entre otras cosas, en profesor de música. En 2010 se fue a Bolivia donde estudió con diversos maestros del charango de zonas urbanas y campesinas.

“El charango tiene como dos vertientes. Una es el charango con cuerdas de metal, donde se utiliza más el kalampeo y el rasguido, y son músicas vinculadas a algún ritual como el tinku o la época de pascua. Parar hacer un paralelismo, el equivalente de lo que puede ser el universo del canto con caja. En cada pueblo hay una tonada distinta, y a lo largo del año hay un modo distinto de hacer música con ese instrumento y con ese canto. Para el charango también”, explica Vilca.

“El charango se afina de una determinada manera para la época de pascua, para la época del carnaval o para navidad. Así, en el campo cada lugar tiene su afinación y tamaños de instrumento distintos. Es un universo muy rico que está ubicado sobre todo en la zona de Potosí, Sucre y parte de Cochabamba. Y después tenés charango urbano, con cuerdas de nylon, que es el que generalmente tocamos nosotros. Como tocaba el maestro Jaime (Torres) o el que toca Santaolalla. Es un instrumento que tiene un desarrollo en el punteo y un desarrollo en la música criolla, y tiene otra exploración y otro desarrollo. Es el que más se difundió y más se conoce”, añade.

La clase continúa con el tramo Buenos Aires: actualmente cursa el último año de la Licenciatura en Folklore y el de la Licenciatura en Composición Musical en la Universidad Nacional de las Artes. De lo aprendido aquí después de todo lo aprendido allá, surgió Alegrito ha ‘i ser.

“En la primera parte del disco me interesaba evocar la danza; son todos ritmos que tienen una coreografía específica. Y todos los compuse teniendo como imagen gestos de la danza. Y ‘Tumulto que aquietas’ (quinto tema) es como que arranca la segunda parte”, dice Vilca. “Ese tema lo compuse acá en Buenos Aires (el resto la mayoría los compuso en viajes a su pueblo natal en Jujuy), cuando me abrumaba un poco la ciudad; en la música encontré esa calma. Agradezco a la música que me da esa calma, que ordena y permite que lo de afuera no sea tan duro. Es un tema con ritmo de candombe en tres, aunque tiene melodía de huayno”. 

Entonces la clase ingresa en un exuberante despliegue de conocimiento, sentido y belleza. “En ese tema aparece la improvisación, que fue una necesidad. Creo que en nuestra música folklórica, si bien improvisamos en los rasguidos a partir de elementos estilísticos, no está la improvisación como tal o como se la aborda en el jazz. Eso sí fue una decisión: en tal momento de la pieza voy a dejar una sección para improvisar, que está en ese tema, en ‘Baila con Ñufla’. Me interesaba explorar cómo se puede abordar la improvisación desde el vocabulario rítmico de la especie en la que estoy tocando pero a la vez explorando lo escalístico”.

Miguel Vilca: “El charango como símbolo de la cultura andina siempre fue desvalorizado pero sigue en pie”

Surge de ese pasado andino y su traviesa intrusión en el Buenos Aires más impregnado del jazz y el tango, un disco que sin buscar de por sí la innovación, sólo la dulzura y la emoción entrañable de un sonido, encuentra una originalidad que abre un mundo.

“Es un instrumento muy joven. Pensemos que es un instrumento que deviene de los que llegaron con la conquista europea. No existen antecedentes de instrumentos de cuerda prehispánicos. Así que tendrá una existencia de unos 300 años. Se creó el territorio andino y hasta el día de hoy se disputan el origen del instrumento Potosí y Lima que eran las dos ciudades más importantes de la época colonial”, aclara.

“Y de ahí se diversifica y encontramos una enorme variedad de instrumentos, tamaños, afinaciones, temples, formas. Porque en Perú es más parecido a la guitarrita, y en Bolivia a partir de la innovación de colocar la mulita, toma una forma más bien redondeada en la caja. Y en la parte electroacústica también es un instrumento en desarrollo. Por eso, mi instrumento está controlado por Sebastián Raymundo Arias (que va a estar en la presentación), porque juntos hicimos un trabajo como de cuatro años de encontrarle mejoras a la parte electroacústica, ya que hasta el día de hoy no vienen pre-amplificadores construidos para el charango: todos los que se utilizan son adaptados de la guitarra”, explica.

La clase magistral de Vilca concluye. Queda el disco como testimonio fiel de toda la sabiduría y conocimiento acumulado que el arte de un pueblo necesita para encontrar sus mejores formas de expresión. De hecho “Aquí seguiré” es el tema que cierra Alegrito ha ‘i ser. “Para mí, ahí canta el charango. ‘Aquí seguiré estorbando’, dice en un momento. Creo que el charango como símbolo de cultura andina siempre ha sido un poco discriminado o desvalorizado. Y creo que persiste y va a persistir porque nuestros pueblos y nuestra cultura persiste. Se ha bancado muchas épocas y sigue en pie”.

Alegrito ha ‘i ser, de Miguel Vilca

Presentación en Buenos Aires, jueves 9 de octubre a las 19 en la Sala Borges de la APOC, Bartolomé Mitre 1563. Entrada libre y gratuita por orden de llegada.



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