La serie Viudas Negras, creada y protagonizada por Malena Pichot, generó una polémica inesperada con su retrato ácido y satírico de la vida en los barrios cerrados. La chispa se encendió cuando Locally, una revista que circula en Nordelta y otros emprendimientos privados del norte del conurbano bonaerense, publicó una nota en la que acusa a la ficción de “estereotipar a las mujeres de country” y ofrecer una “mirada crítica unilateral que acentúa la grieta”.
Pero lejos de esquivar la controversia, Pichot eligió responder con ironía. En su cuenta de X (ex Twitter), compartió una captura de la nota de Locally comentada en televisión y escribió simplemente: “Esta promo no tiene precio”.
Esta promo no tiene precio 🤣 pic.twitter.com/oh5T4VEhYv
— malena pichot (@malepichot) July 23, 2025
El mensaje, breve y punzante, fue replicado cientos de veces y celebró lo que, para muchos usuarios, era una confirmación de que la sátira había dado en el blanco. La nota de Locally, titulada “Viudas Negras: estereotipo de la mujer de country”, comienza elogiando la calidad actoral y el humor negro de la serie, pero rápidamente deriva en una defensa del estilo de vida de los barrios cerrados. Entre los aspectos criticados se mencionan escenas en las que las empleadas domésticas ingresan en combis separadas de los propietarios, son objeto de revisiones de bolsos por parte de guardias de seguridad, y son tratadas con desdén por sus jefas.

Lo que la revista llama “estereotipos” son, en realidad, escenas inspiradas en hechos reales. En 2018, trabajadoras de casas particulares que prestaban servicio en Nordelta denunciaron que la empresa de combis MaryGo había recibido firmas de vecinos para que no viajaran con ellas. Los motivos: su “olor”, su vestimenta o su manera de hablar. Es decir, la discriminación que la serie retrata en clave de sátira fue en su momento un escándalo documentado y repudiado públicamente.
En la misma línea, Locally también cuestiona que la serie “ponga en tela de juicio el trabajo en las fundaciones de las protagonistas como parte de una puesta en escena para ‘parecer que les importan los demás’”, en referencia al personaje de Mica (Pichot) en Viudas Negras, quien vive en un country, casada y con una hija, y comparte actividades solidarias con un grupo de amigas superficial y clasista.
Tras la publicación, muchas vecinas de Nordelta apoyaron la crítica de la revista. “No la vi, pero me parece terrible y como hasta pasado de moda hablar así de la gente de Nordelta”, comentó una usuaria en Instagram. “La próxima vez nos tienen que preguntar a los que vivimos acá y los asesoramos con gusto”, sumó otra.
Sin embargo, muchas otras personas celebraron que Viudas Negras se anime a poner en agenda, desde la ficción, desigualdades, violencias y jerarquías sociales que suelen estar naturalizadas en los countries. Para esas voces, la queja de Locally no hace más que confirmar la eficacia del retrato que logra la serie.
De qué trata Viudas Negras
La serie, disponible en Flow, narra la historia de Maru (Pilar Gamboa) y Mica (Malena Pichot), dos amigas que en su juventud se dedicaban a seducir hombres, drogarlos y robarles. Tras un crimen accidental, se separan. Trece años después, Mica vive en un barrio cerrado y Maru maneja un centro de estética en Flores. Un video de aquella noche y la reaparición de su antigua jefa (María Fernanda Callejón) vuelven a unirlas en un nuevo plan, mientras ambas enfrentan la vida que eligieron —y las contradicciones que esa vida trae consigo.