Jugar en Primera División con “productos” de las inferiores, ese orgullo propio de algunos clubes

Jugar en Primera División con “productos” de las inferiores, ese orgullo propio de algunos clubes


La voz del estadio Tomás Adolfo Ducó anuncia la formación del equipo visitante, Vélez: Tomás Marchiori (surgido en Gimnasia de Mendoza), Agustín Lagos (con inferiores en Atlético Tucumán), Emanuel Mammana (River), Aarón Quirós (Banfield), Elías Gómez (Rosario Central); Agustín Bouzat (Liniers de Bahía Blanca), Claudio Baeza (Colo Colo, Chile), Francisco Pizzini (Independiente), Manuel Lanzini (River); Matías Pellegrini (Estudiantes) y Michael Santos (River, Uruguay). Además de haber sido los elegidos por Guillermo Barros Schelotto para enfrentar a Huracán el viernes 12 de septiembre pasado, por la octava fecha del Clausura 2025, estos once jugadores comparten una característica más singular: ninguno hizo las divisiones inferiores en el club de Liniers.

La última vez que Vélez no había alineado en la formación titular a al menos un jugador surgido del club había sido hacía 49 años, el 3 de octubre de 1976 en el 1-1 frente a Central por el Nacional de aquel año. En el medio de estos dos partidos pasaron 17.874 días, 82 torneos de Primera División, 18 títulos para El Fortín (13 locales y 5 internacionales), 633 partidos de Fabián Cubero con la V azulada en el pecho, 55 directores técnicos (interinos incluidos) en el banco de suplente del Amalfitani, las tres estrellas de la selección argentina (1978, 1986 y 2022), 14 presidentes de la Nación, la pandemia de COVID-19 y la población del país aumentó en 20 millones de personas, entre tantas cosas más.

Este hecho que a simple vista parece aislado y extraño no es tal. En el fútbol argentino existen varios ejemplos de rachas similares, incluso algunas todavía vigentes. La más extensa en la actualidad es la de Rosario Central, y probablemente sea única a nivel mundial, ya que en todos los partidos oficiales de su historia (desde 1897, siglo XIX) incluyó aunque sea a un jugador surgido de la entidad canalla. Este dato fue revelado por el periodista rosarino Carlos Durhand gracias a una impecable investigación y base de datos que lleva adelante desde su infancia. Más llamativo aún resulta que solamente en tres partidos Central contó con solo un jugador que cumpliera la condición de no surgir en otra institución, siempre hubo dos o más. Quienes aguantaron los trapos en esos encuentros fueron: Gerardo Pérez (2012), Juan Valentín Giménez (2024) y Jorge Fatura Broun (2025).

No es casualidad que Argentinos Juniors sea conocido como “El semillero del mundo”, además de ser la cuna de Diego Armando Maradona: lleva más de 46 años ininterrumpidos con jugadores de la casa en el once inicial. Según Diego Lanzani, entrenador de la 8va del Bicho, “ya no es una racha, es una política del club”. El 22 de julio de 1979, en un desempate contra Vélez (derrota 0-4) para definir qué club clasificaría a las semifinales del Metropolitano y enfrentar a River, Pelusa no pudo jugar por una suspensión que debía cumplir luego de insultar al árbitro en un amistoso contra Gimnasia de Mendoza (y tampoco estuvieron otros jugadores de la cantera del Bicho). Al siguiente encuentro (primera fecha del Nacional) Maradona tampoco pudo ser titular porque estaba en Japón disputando el Mundial juvenil con la selección dirigida por César Luis Menotti, pero en la defensa del equipo de La Paternal estuvo Héctor D’Angelo que también había hecho las inferiores en el club.

Entre los casos de Vélez y Argentinos Juniors, existe una casualidad o causalidad: el entrenador en el primer partido de cada una de estas series fue el brasileño Delém. Vladem Lázaro Ruiz Quevedo, tal como figuraba en la partida de nacimiento de ese paulista, también fue coordinador de la inferiores de River Plate desde fines de los 80’s hasta el 2001, cuando José María Aguilar prescindió de sus servicios. Justamente durante toda la década de 1990, el club de Nuñez alistó en el once inicial a un jugador surgido de las inferiores en todos sus partidos (una racha que terminaría el 17 de marzo de 2013).

Otro caso emblemático es el de Newell’s, que desde 1905 (año de su fundación) hasta el 15 de septiembre del año pasado había alineado siempre a un jugador con origen leproso. Aquel día, Sebastián Méndez fue el encargado de terminar con la tradición de un club que conquistó el título de Primera División 1987/88 con un plantel enteramente conformado por juveniles: esa temporada también alcanzó la final de la Copa Libertadores (cayeron ante Nacional de Uruguay) bajo la dirección técnica de José Piojo Yudica.

Según voces autorizadas en Rosario Central y Argentinos Juniors, esto es un motivo de “orgullo e identidad”, y hay quienes se encargan de hacérselo saber a los cuerpos técnicos que asumen en estas instituciones. En redes sociales de medios partidarios de Vélez no pasó desapercibida la interrupción de esta tradición, hubo quienes se lamentaron y otros que lo “aceptaban” justificados por la doble competencia (torneo local y cuartos de final de la Libertadores contra Racing).

Mientras en Chile se juega una nueva edición de la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, estos clubes (Argentinos Juniors, Vélez Sarsfield, Rosario Central, Newell’s y River Plate) brindaron 50 de los 115 jugadores argentinos campeones del mundo en esta categoría.

No es una estrella que se borde en la camiseta, pero llena de orgullo.



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