La confirmación de la asistencia financiera del Tesoro de los Estados Unidos por parte del titular de ese organismo, Scott Bessent, generó amplias repercusiones este miércoles.
La ex directiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, expresó en su cuenta de la red social X que “el apoyo estadounidense sin duda ayuda a prevenir fluctuaciones cambiarias especulativas. Sin embargo, un progreso duradero requerirá que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genere apoyo para sus reformas internamente”.
Gopinath marcó con crudeza lo que a los ojos del Fondo Monetario son las fallas del esquema cambiario y monetario del gobierno de Javier Milei y que ella misma, cuando era funcionaria del organismo, marcó varias veces, aunque sin la claridad de este posteo, quizá por las precauciones diplomáticas del FMI para con su mayor deudor en todo el mundo.

La actual directora del FMI, Kristalina Georgieva, declaró que “acogemos con satisfacción la declaración de apoyo de Scott Bessent a la Argentina. Esto subraya el papel crucial de los socios en la promoción de políticas sólidas de estabilización y crecimiento en beneficio del pueblo argentino”.
Después que el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó en una reunión bilateral con Milei su interés en asistir al gobierno libertario, este martes Bessent hizo declaraciones a través de la red social X en las que ratificó las afirmaciones del día anterior, pero también planteó condiciones.
El funcionario informó que la dependencia a su cargo está lista para comprar bonos en dólares argentinos, pero remarcó que será “cuando las condiciones lo justifiquen”, y sumó también la posibilidad de un swap de U$S 20.000 millones.
Una de las frases de Bessent encendió las alertas entre los productores rurales y las firmas exportadoras de granos, porque en su posteo indicó que su gobierno está trabajando para “poner fin a la exención fiscal para los productores de materias primas que convierten en divisas”, en referencia a las retenciones cero que el Ministerio de Economía lanzó el lunes a través del decreto 682/25. Se trata de una medida transitoria que caduca el 31 de octubre o cuando se acumulen operaciones de exportación por un valor de U$S 7000 millones. El objetivo de Luis Caputo es acumular divisas a cambio de un elevado costo fiscal por la pérdida del ingreso por retenciones, calculado en unos 2 billones de pesos.
El ex embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, indicó en una nota con el canal Net TV que la medida paradójicamente perjudicó a Estados Unidos porque hizo que la demanda china de granos se volcara a la producción argentina. La potencia asiática anunció la compra de hasta 15 barcos con 65.000 toneladas de soja cada uno.
El ex ministro de Economía por el Frente de Todos, Martín Guzmán, advirtió que con la negociación con Estados Unidos, el gobierno de La Libertad Avanza expone al país al chantaje de Donald Trump: “Es tomar más deuda para sostener a un gobierno cuyo plan se cayó a pedazos”, declaró a Radio Perfil.
Por el lado de las empresas, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) destacó el respaldo del gobierno estadounidense al proyecto de Milei y culpó a “ciertos sectores políticos” por la escalada de la crisis económica y financiera.
“Las novedades de ayer, reforzadas con las declaraciones del secretario Bessent del día de hoy, colaboran para cambiar las expectativas, pero de poco servirían si no hubiera un orden macroeconómico que les diera sustento”, argumentó el presidente de la entidad, Natalio Grinman, quien consideró que “la incertidumbre de las últimas semanas, conjugada con la suba de tasas y el alza del tipo de cambio, perjudicó al nivel de actividad” y “afectó negativamente al consumo”.