La selección argentina, campeona del mundo en Qatar 2022 y bicampeona de América, cerró 2025 con un triunfo amistoso 2–0 un tanto desalmado ante Angola, en el Estádio Nacional 11 de Novembro, en Luanda, capital portuaria del país africano en las costas del Atlántico Sur. Además de los cerca de seis millones de dólares que embolsó la AFA a través de la comercialización de su producto tercera estrella mundialista, quedaron los debuts de Kevin Mac Allister, Máximo Perrone, Gianluca Prestianni y Joaquín Panichelli (59 debutantes en total durante la era de Lionel Scaloni como entrenador). Sin jugadores del fútbol argentino –excluidos de la citación por la definición de los clasificados a los octavos de final del Clausura–, Argentina tachó en el calendario uno de los pocos partidos que tendrá antes del debut en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026, el primero de la historia con 48 selecciones, cuyo sorteo de grupos se celebrará el viernes 5 de diciembre en el Kennedy Center de Washington DC. En Angola, la selección resolvió el partido con un gol de Lautaro Martínez, segundo goleador en la era Scaloni, tras un pase de Lionel Messi; y con otro del primer goleador, de Messi, tras un pase de Lautaro.
Lo que iba a ser una doble fecha FIFA para la selección y una serie de entrenamientos en Alicante que abarcaba incluso días posteriores al amistoso ante Angola, fue al final una preparación en tierra española y el partido en el marco de la celebración de los 50 años de la independencia angoleña de Portugal. Tras la obtención de la Copa América de Brasil 2021, Argentina jugó amistosos contra Estonia, Honduras, Jamaica, Emiratos Árabes Unidos, Panamá, Curazao, Australia, Indonesia, El Salvador, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Venezuela, Puerto Rico y Angola. Fueron, en efecto, todas victorias de la selección. “Todos los rivales son difíciles, sobre todo los que tienen jugadores en ligas europeas, en ligas fuertes, como es el caso de Angola”, se puso el casete Scaloni luego del 2–0 en Luanda contra la selección en el puesto 89 del ranking de la FIFA, no clasificada al Mundial. Argentina volverá a presentarse en marzo de 2026: en principio, en la Finalissima ante España, campeón europeo, y en un amistoso con un rival a definir. Y, luego, en junio, frente a México y a Honduras, en la antesala del Mundial.

Aún sin oficializarse, Scaloni “preferiría no hacerlo” ante España en la Finalissima. No le quiere dar la oportunidad de que le gane a tres meses de la Copa del Mundo. Y, en partidos ante rivales secundarios –o terciarios–, le es más fácil probar caras nuevas (Enzo Fernández debutó en septiembre de 2022, ante Honduras, a 60 días de Qatar). “¿Vamos a tener dificultades por no enfrentar a seleccionados europeos?”, se había preguntado Tite, entonces DT de Brasil, después del sorteo de Qatar. “Sí. Pero también los europeos tendrán dificultades porque no enfrentaron a Brasil y a Argentina”. En Qatar 2022, Brasil mordió el polvo por quinta vez consecutiva en Mundiales ante una selección europea (en cuartos, por penales, ante Croacia). Argentina, en cambio, superó a Polonia en el grupo, a Países Bajos en cuartos de final, a la propia Croacia en semi y, desde luego, por penales a Francia en la final. En los cinco Mundiales tras el último título de Brasil, en Japón–Corea del Sur 2002, hubo cuatro campeones europeos, cuatro subcampeones europeos y un campeón y un subcampeón sudamericano: la selección argentina.
¿Argentina está en condiciones de volver a ganar una Copa del Mundo y emular los bicampeonatos de Italia (en 1934 como local y en Francia 1938) y de Brasil (en Suecia 1958 y en Chile 1962)? Si bailó en marzo 4–1 a Brasil en el Monumental por Eliminatorias sin Messi, la respuesta no puede ser otra que sí. Si Thiago Almada parece haber entrado a la selección para no salir por años después de ser campeón mundial testimonial en Qatar, la respuesta es sí. Si se impone Nico Paz, un jugador con genio humano en tiempos de inteligencia artificial y maquinización en el fútbol, la respuesta es sí.
El ciclo más exitoso en la historia de la selección sigue de pie: desde las variantes de jugadores para la lista final de 26 y la seriedad para jugar más allá de los contextos hasta el estilo de juego y el rigor competitivo. “Siempre que juega Argentina, más allá del rival, es muy importante –había dicho Scaloni antes de Angola–. Éstos son llamados ‘amistosos’, pero hay que jugarlos y dar el máximo. Muchos de los nuestros se juegan que el entrenador pueda verlos y estar ellos en la lista para el Mundial; no hay que regalar nada”. Después de Angola, sumó: “En el Mundial podemos jugar contra selecciones africanas. Sabemos que son gente fuerte, rápida; que te pueden poner en dificultad. Siempre se aprende cuando jugás contra rivales que no conocés tanto. Ha sido una buena prueba”.
El viernes, el primer tiempo de Angola–Argentina en Luanda coincidió con el complemento y la definición de Argentina–México por los dieciseisavos de final del Mundial Sub 17 de Qatar 2025, primer ensayo de la FIFA con 48 selecciones antes del Mundial de mayores de 2026. Argentina, la mejor selección de la fase de grupos, clasificada primera entre las primeras y las segundas por diferencia de gol, se emparejó contra México, la peor de las terceras, clasificada a los dieciseisavos por diferencia de gol. Tras el 2–2 en la Aspire Academy, México le ganó 5–4 por penales a Argentina. El sábado 23 de mayo de 1998, dos selecciones argentinas también habían jugado en un mismo día. Y habían salido campeonas: la Sub 17 en el Mundialito de Salerno, en Italia, bajo la dirección de Hugo Tocalli, y la Sub 21 en el Torneo Esperanzas de Toulon, en Francia, con José Pekerman. En Toulon jugó Scaloni y Walter Samuel, autor del 2–0 a Francia en la final. Argentina, que nunca pudo ganar un Mundial Sub 17, fue eliminada en una nueva instancia mundialista. Los dieciseisavos volverán a jugarse el año que viene en el Mundial. La selección, que tampoco pudo repetir tras los títulos de México 1986 y Argentina 1978, se medirá ante los reveses de la historia.
