Este viernes, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el músico británico Roger Waters y el presidente colombiano Gustavo Petro protagonizaron una manifestación frente a la sede de la organización internacional, en la que exigieron el fin de la violencia en Gaza y expresaron su apoyo al pueblo palestino. La protesta, que reunió a cientos de activistas y transeúntes en Times Square, se centró en denunciar las políticas israelíes y la complicidad de Estados Unidos en el conflicto.
Durante el acto, Petro pidió explícitamente a los soldados estadounidenses que desobedecieran órdenes que pudieran derivar en violencia contra civiles palestinos, calificando la situación de genocidio. Waters, por su parte, hizo un llamamiento a la solidaridad internacional y respaldó la iniciativa colombiana de presentar una resolución en la ONU para condenar las acciones israelíes y promover una solución pacífica al conflicto. El músico, conocido por su activismo político desde sus días en Pink Floyd, subrayó que la defensa de los derechos humanos debía estar por encima de los intereses geopolíticos y económicos.

La protesta tuvo repercusiones inmediatas en el plano diplomático. El Departamento de Estado de Estados Unidos revocó la visa de Petro, calificando sus declaraciones de “imprudentes e incendiarias”. La decisión generó un choque diplomático, ya que el presidente colombiano señaló que la medida violaba la inmunidad que corresponde a los jefes de Estado durante su participación en la ONU y reflejaba un desprecio por el derecho internacional. La revocación de la visa puso el foco sobre la tensión entre la libertad de expresión de líderes y figuras públicas y las restricciones que imponen las potencias globales frente a críticas incómodas.
Con Roger Waters. Palestina libre. Si cae Gaza muere la humanidad pic.twitter.com/mGz1NaR3Va
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 26, 2025
Waters y Petro, otro símbolo
Para Waters, la manifestación fue una extensión de su apoyo histórico a Palestina. En julio de 2025, el músico publicó un video en el que se declaraba a favor de Palestina Action, un grupo activista recientemente catalogado como organización terrorista por el gobierno británico. En esa ocasión, Waters denunció al Parlamento del Reino Unido como “corrupto por agentes de un poder extranjero genocida” y llamó a la ciudadanía a actuar en defensa de los derechos palestinos. Su postura ha generado controversia y abrió la posibilidad de enfrentar cargos legales en su país, pero reafirma la coherencia de su activismo político y su compromiso con causas humanitarias en todo el mundo.
La conjunción de Waters y Petro -quien en un tuit lanzó una consigna demoledora: «Si cae Gaza muere la humanidad»- en Nueva York subraya cómo la causa palestina sigue siendo un tema que atraviesa fronteras y provoca solidaridad internacional. La protesta mostró que la acción conjunta de líderes políticos y artistas puede amplificar la visibilidad de conflictos ignorados o minimizados por los grandes medios y los gobiernos poderosos. Al mismo tiempo, las repercusiones diplomáticas evidencian los riesgos que implican cuestionar la política de Estados Unidos e Israel, incluso para presidentes en ejercicio. Para Waters, el activismo no es solo un gesto simbólico: es una manera de mantener la presión global sobre quienes violan los derechos humanos y de inspirar a la sociedad civil a reclamar justicia. La presencia de Petro sumó un peso político que convirtió la protesta en un acto de alcance internacional, capaz de confrontar narrativas oficiales y abrir un debate sobre la responsabilidad de las potencias frente a la crisis humanitaria en Gaza.
