La falta de precisiones sobre el anunciado rescate del Tesoro estadounidense, sumado a las nuevas restricciones que reducen la oferta en el mercado financiero, provocaron que el mercado cambiario viviera otra jornada agitada, con cotizaciones en alza y otra suba del riesgo país.
El dólar volvió a subir y cerró a $ 1.400 en los bancos, mientras que las variantes que se operan mediante la triangulación de bonos se dispararon a $ 1.489 y $ 1.522, con brechas de 6,4% y 8,7% respectivamente. El blue, en tanto, se operó a $ 1.445.
Las diferencias se debieron principalmente a la decisión del Banco Central de impedir el “rulo financiero” que dejaba ganancias a quienes compraban en el mercado oficial y vendían en el MEP, embolsando la diferencia. Eso hizo que la oferta de este último disminuyera y su precio aumentara, reavivando la brecha cambiaria que había desaparecido en los últimos meses.
La versión no confirmada es que el gobierno volvió a intervenir para frenar la cotización. A mediodía, cuando en el segmento mayorista la divisa ya se operaba en $ 1.450, aparecieron órdenes de venta que hicieron retroceder ese precio en 70 pesos. La magnitud de esa oferta (los operadores hablan de 450 millones de dólares) difícilmente podría llegar de un privado.
“Ventas oficiales acotaron el movimiento alcista del tipo de cambio, que hoy tocó máximos en $1.450 por unidad”, explicó Gustavo Quintana, operador de PR Cambios, quien sigue diariamente lo que pasa en el mercado mayorista.
De confirmarse que esas ventas provinieron del Tesoro, se habría recorrido un camino inverso al de las últimas ruedas, donde el gobierno había aprovechado la liquidación de agroexportadores, beneficiados por la disposición que les eximió de pagar retenciones (a un costo fiscal de U$S 1.500 millones). El lunes, desde el Ministerio de Economía filtraron que se habían comprado U$S 500 millones para recomponer reservas.
El clima adverso se extendió a acciones y bonos. Estos últimos volvieron a caer más de 4 por ciento y el riesgo país se elevó a 1.230 puntos.
Todo este cuadro de nervios se agudizó el mismo día en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que recibirá a Javier Milei dentro de dos semanas, en Washington. Pese a esa noticia, el mercado se mostró inquieto porque los anuncios de respaldo financiero anunciados por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, todavía no se materializan.
Una especulación al respecto es que los desembolsos anunciados, sea en forma de swap o de compra de bonos, sólo se producirían si el gobierno logra un cierto respaldo de la población a su programa de ajuste fiscal, lo que debería traducirse en una buena performance electoral el 26 de octubre. En los mercados hay temor a que si el resultado es adverso, el apoyo no se concrete.
Restricciones a las billeteras
Más allá de los números, el clima se enrareció un poco más cuando algunas billeteras virtuales restringieron las operaciones de compra de dólares. “Nos pidieron apagar”, confesó en las redes sociales Ariel Sbdar, el responsable de Cocos, quien luego señaló que dejaron de brindar esa posibilidad “a pedido de nuestro proveedor de dólar oficial”. Lo mismo ocurrió con Mercado Pago, aunque allí no dieron explicaciones.
La onda expansiva de la novedad fue tal que el propio titular del Banco Central, Santiago Bausili, tuvo que salir a aclarar que no era una medida de emergencia sino que se debía a la aplicación de una normativa vigente.
«La compra-venta de dólares está regulada por el BCRA y sólo puede realizarse a través de entidades autorizadas. Esto significa que únicamente los bancos y las casas de cambio pueden canalizar operaciones de moneda extranjera”, dijo Bausili.
«No hubo ninguna medida tomada hoy. Lo que pasó es que nos encontramos con entidades no autorizadas realizando transacciones en mercado de cambios para personas humanas», agregó, sin explicar por qué hasta ahora esas billeteras brindaban esa posibilidad y la publicitaban a la vista de todo el mundo.