Veinte años después del estreno de la primera película de Los Simpson, 20th Century Studios y Disney confirmaron oficialmente que la familia animada más famosa del planeta volverá a la pantalla grande. La secuela ya tiene fecha: llegará a los cines el 23 de julio de 2027. El anuncio, largamente esperado por fans de varias generaciones, fue acompañado por un póster teaser que muestra una dona rosa -símbolo irresistible para Homero- con la leyenda “Homer’s coming back for seconds” (“Homero regresa por una segunda ración”).
El proyecto viene gestándose en silencio desde hace tiempo. La primera película, lanzada en 2007, recaudó más de 536 millones de dólares en todo el mundo y se convirtió en un hito cultural: demostró que la serie, nacida en 1989, podía dar el salto al cine sin perder su tono ácido, crítico y entrañable. Desde entonces, cada tanto circulaban rumores sobre una secuela, pero hasta ahora nunca había existido confirmación oficial.
Aunque todavía no trascendieron detalles de la trama ni del guion, se espera que los personajes habituales -Homero, Marge, Bart, Lisa, Maggie y toda la fauna de Springfield- regresen con sus voces originales en inglés. La producción sigue bajo el paraguas de Disney, que desde la compra de Fox tiene los derechos de la serie. La expectativa es alta: Los Simpson no solo siguen al aire, con más de 750 episodios, sino que mantienen una vigencia sorprendente en la cultura pop, entre memes, referencias políticas y apariciones de celebridades.

El anuncio llega en un momento particular. Mientras la serie original busca reinventarse con nuevas temporadas y cambios en algunos personajes, la película ofrece la posibilidad de jugar en otra escala, con más presupuesto y libertad narrativa. En 2007, la historia había girado en torno a una catástrofe ecológica en Springfield, con Arnold Schwarzenegger como presidente de Estados Unidos. Ahora, los seguidores se preguntan qué tipo de sátira ofrecerán los guionistas: ¿un comentario sobre la era de la inteligencia artificial? ¿Una crítica al poder corporativo? ¿Un reflejo de las tensiones políticas globales?
Lo cierto es que la secuela tiene un peso simbólico enorme. Por un lado, confirma que Los Simpson siguen siendo un fenómeno cultural intergeneracional: muchos de los que vieron la primera película en su adolescencia o juventud hoy llevan a sus hijos a conocer la saga. Por otro, es un gesto de confianza de Disney hacia una franquicia que, a pesar de críticas y altibajos, sigue siendo un activo clave en su catálogo.
