Milagros Mumenthaler regresa con un retrato íntimo de una mujer en crisis

Milagros Mumenthaler regresa con un retrato íntimo de una mujer en crisis


Tras una destacada trayectoria en festivales internacionales, Las corrientes -tercer largometraje escrito y dirigido por la cineasta suizo-argentina Milagros Mumenthaler– llegará a los cines argentinos el 13 de noviembre. La película, protagonizada por la mendocina radicada en París Isabel Aimé González Solá, tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), pasó por San Sebastián, Nueva York, Busan y Viena, y fue premiada con el galardón RTVE en el certamen español.

La historia sigue a Lina, una diseñadora de moda de 34 años que, tras recibir un premio en Suiza, atraviesa una crisis silenciosa al regresar a Buenos Aires. Su vida profesional exitosa, su maternidad y sus vínculos personales se ven atravesados por un vacío existencial que la lleva a replantearse su identidad. Con una mirada íntima y sutil, Mumenthaler vuelve sobre los temas que atraviesan su cine: la memoria, el desarraigo, la fragilidad de los vínculos y las huellas del pasado.

Se estrena “Las corrientes”: Milagros Mumenthaler regresa con un retrato íntimo de una mujer en crisis
La directora Milagros Mumenthaler.

Radicada muchos años en Suiza, Mumenthaler es una de las directoras más reconocidas de su generación. Su ópera prima, Abrir puertas y ventanas (2011), obtuvo el Leopardo de Oro en Locarno y el Astor de Oro en Mar del Plata, y su segunda película, La idea de un lago (2016), participó en importantes festivales internacionales. En esta nueva obra, la directora profundiza su exploración sobre los mundos interiores femeninos, con un lenguaje visual sobrio y poético.

-Sobre la construcción del personaje de Lina, ella atraviesa un vacío existencial muy profundo que guía toda la película. ¿Cómo trabajaste eso con la actriz?

-Trabajamos muchísimo. Primero fue clave la elección del casting. Estamos todo el tiempo con el personaje, desde su punto de vista, sus pensamientos y sensaciones, así que era importante encontrar a alguien que pudiera sostener eso. Con la directora de casting pensamos que sería interesante que fuera una actriz argentina que viviera afuera, alguien que pudiera transmitir esa distancia sutil con el entorno. Así llegamos a Isabel, que vive en Francia hace 16 años. Hizo una audición por Zoom, luego vino a Buenos Aires para un casting presencial y la elegimos. Después trabajamos desde la voz, porque ella, al ser mendocina y vivir afuera, tenía un acento particular. Lo abordamos con una coach, no solo por el acento sino por la respiración y el tono: desde qué lugar emocional nacen las palabras. También exploramos pequeñas gestualidades, cosas sutiles que ayudaran a mostrar ese estado interno que tiene el personaje.

-Hay una tensión en torno a la maternidad y las obligaciones cotidianas.

-Ella está maternando, con dificultades, aunque tiene bastante apoyo del marido. Pero no le es algo natural, y también tiene que ver con su historia: no tuvo un modelo convencional de maternidad. Es como si aprendiera en el camino. Intenta ser mejor que su madre, pero le cuesta. Su hija funciona como su ancla, es central en la película. Si Lina no fuera madre, esta historia sería completamente distinta.

-El agua tiene una presencia simbólica muy fuerte. ¿Cómo surgió ese elemento?

-Primero me imaginé una mujer que se pone en peligro repentinamente, que se tira el agua helada sin previo aviso. A partir de ahí hay un elemento que es el agua. Y me interesaba también el misterio. ¿Qué pasó ahí abajo? ¿Qué fue lo que hizo que se salve? Podría haber tenido una hipotermia. Me gustaba la idea de que uno es distinto en el agua, el peso del cuerpo es distinto. El agua generalmente trae alegrías, es placentero, relajante. Pero por otro lado da mucho miedo y es muy misterioso. Y me gustaba pensar que Lina se deja llevar por las distintas corrientes. Y en la película ella se pregunta también: ¿hay otras vidas posibles para mí?

-También hay una tensión de clase. Lina vive en un entorno de privilegio, pero viene de otro lugar. ¿Eso influye en su crisis?

-Sí. Me gustaba la idea de alguien que se transforma para sobrevivir. Catalina, su nombre original, en un momento toma una decisión y se reinventa como Lina, con un ascenso social y una profesión ligada a la apariencia. Es un personaje que se pone capas para protegerse, y ese no pertenecer le da una fragilidad más. Las personas frágiles están más expuestas, y en ella esa tensión termina manifestándose en el cuerpo.

Se estrena “Las corrientes”: Milagros Mumenthaler regresa con un retrato íntimo de una mujer en crisis
Isabel Aimé González Solá, actriz radicada en Francia, protagoniza «Las corrientes».

-«Las corrientes» es una coproducción con Suiza. ¿Qué aportó esa colaboración?

-Todas mis películas son coproducciones con Suiza porque soy suizo-argentina. Es mi lugar de crianza y también de origen familiar. Es algo muy natural: puedo aplicar a fondos suizos, y mis productores allá son mi hermana y mi cuñado. Siempre funcionó así, de manera orgánica.

-En las críticas te compararon con directores como Antonioni o Christian Petzold. ¿Qué influencias sentís que tenés?

-Durante la escritura del guion me acompañaron más los libros, sobre todo los de autoras como Siri Hustvedt, Joyce Carol Oates, Natalia Ginzburg, María Negroni, Samanta Schweblin o Virginia Woolf. Me ayudaron a pensar el rol de la mujer, los vínculos y las zonas oscuras del personaje. Son escritoras que trabajan personajes con recovecos, que me interpelan mucho. Quizás revisamos algo de Hitchcock por la idea de los espacios suspendidos, pero no hubo una referencia directa.

-El estreno llega en un momento muy difícil para el cine argentino. ¿Cómo ves la situación actual?

-Esta película la hicimos con apoyo del Incaa de la administración anterior. Lo que se vive ahora es desolador. Hay tristeza, enojo, y también ver a tanta gente sin trabajo o yéndose a otros países. Siento que están matando una industria. Lo que más duele es la violencia discursiva de este gobierno y las falacias: uno hace películas con el Incaa, pero muchas son coproducciones que traen dinero del exterior. Hoy no sabemos bien qué va a pasar con el Incaa ni con los fondos.

Las corrientes

De Milagros Mumenthaler. Con Isabel Aimé González Solá y Esteban Bigliardi. Desde el jueves 13 de noviembre en cines.



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