El actor Jorge Lorenzo, figura reconocida de la televisión, el cine y el teatro argentino, falleció el miércoles 12 de noviembre a los 66 años. La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores, que destacó su extensa trayectoria y su compromiso con la defensa de la cultura. En los últimos meses atravesaba complicaciones cardíacas que derivaron en un cuadro respiratorio grave.
Recordado por el gran público por su interpretación de Mario Capece en El Marginal, el brutal guardiacárcel convertido en la mano derecha del director del penal, Lorenzo logró uno de los personajes más recordados de la ficción carcelaria argentina. Su presencia, seca y poderosa, le dio al rol una humanidad contradictoria que trascendió el género policial y lo convirtió en un emblema de la serie.

El Marginal y En el barro
Su carrera en televisión fue amplia y diversa. En los últimos años participó en producciones como En el barro –el spin-off de El Marginal– y ATAV 2 (Argentina, tierra de amor y venganza). A lo largo de su trayectoria integró elencos de grandes éxitos como Casi Ángeles, Son amores, Costumbres argentinas, Soy gitano, 099 Central, Alma pirata y Rincón de Luz, entre muchos otros títulos que marcaron dos décadas de ficción nacional.
En cine, Lorenzo trabajó en películas como La larga noche de Francisco Sanctis, Hermanas y La Rosales, alternando entre producciones independientes y proyectos comerciales. Su labor teatral fue igualmente significativa: transitó tanto el circuito alternativo como el comercial y formó parte de obras emblemáticas como Potestad, Rojos globos rojos, La tempestad, La lección de anatomía y El diluvio que viene.

Lorenzo y su compromiso gremial
Además de su trabajo actoral, Jorge Lorenzo fue un activo participante en la vida gremial. Desde la Asociación Argentina de Actores lo despidieron con afecto y recordaron su constante presencia en movilizaciones y actividades en defensa de los derechos laborales del sector.
Con su partida se va un intérprete que supo moverse entre la televisión popular y el teatro de riesgo, entre el personaje duro y el actor sensible. Su figura queda ligada a una época de la ficción argentina en la que el oficio y la presencia escénica podían sostener un personaje más allá del guion.

