Breaking Rust es un “artista” sin rostro, sin cuerpo y sin voz humana reconocible: es un proyecto 100 % generado por inteligencia artificial. Su tema “Walk My Walk” acaba de coronarse como número uno en el Billboard Country Digital Song Sales, un logro histórico para la IA en la música.
Con una voz grave y rasposa, un ritmo marcado por palmadas y pisadas, la canción recoge clichés del country -las cicatrices del pasado, la resiliencia, la autenticidad- pero lo hace con una estética propia de un vaquero digital. El compositor acreditado es Aubierre Rivaldo Taylor, un nombre también vinculado a otro proyecto de música con IA llamado Defbeatsai, lo que añade misterio respecto a quién (o qué) está detrás de todo esto.
Breaking Rust mantiene un perfil en redes con imágenes generadas por IA: vaqueros melancólicos, sombreros de ala ancha, paisajes desolados. En Spotify cuenta con más de 2 millones de oyentes mensuales, y varios temas -como “Walk My Walk”, “Livin’ on Borrowed Time” o “Whiskey Don’t Talk Back”- ya tienen millones de reproducciones.
El debate en torno a este caso es intenso: algunos lo celebran como un hito creativo que demuestra el poder de la IA como herramienta musical; otros lo perciben como una señal de alerta sobre cómo la industria podría priorizar lo artificial por encima de los artistas humanos. Además, expertos advierten que el éxito podría no reflejar una conexión genuina con el público, sino una estrategia para impulsar el proyecto mediante descargas digitales: para liderar esta lista de Billboard, no se requieren ventas masivas.
Podría decirse que “Walk My Walk” no es solo una canción: es una provocación. Nos obliga a preguntarnos qué valoramos en la música y hasta qué punto se puede fraguar los sentimientos humanos con 0 y 1.