Durante noviembre el público de Buenos Aires tiene la oportunidad de descubrir la faceta menos conocida del gran artista Federico García Lorca, aquel que con su poesía, su dramaturgia y su prosa conmovió al mundo en la primera mitad del siglo XX. “Federico empezó como músico antes que como poeta -cuenta Raúl Canosa, artífice del Festival Federico García Lorca: el músico, la serie de conciertos y espectáculos que dan a conocer al poeta andaluz músico-. Estudiaba piano en el conservatorio, y era un prometedor pianista hasta que publicó sus primeros poemas que le dedicó a su maestro de piano. Y aunque ahora es más recordado como poeta y dramaturgo, fue pianista y músico toda su vida. Y se dedicó a la recolección y a tocar canciones andaluzas españolas, muchas de las cuales sin su labor musicológica se habrían perdido”.

Quien no es un avezado en el poeta o lo conoce a partir de la exhibición y publicación de las obras que lo hicieron conocido en el mundo (incluso para el que se acercó a él a partir de su participación en la Guerra Civil Española), el gran Federico músico es prácticamente toda una novedad. En cuatro encuentros a través de diferentes expresiones artísticas se muestra al García Lorca músico.
“Él no era un musicólogo ni un músico académico -dice Canosa, quien sí lo es-. Recopiló y grabó un montón de canciones populares de distintos pueblos de Andalucía. Entonces la armonización es suya, y aunque parece que compuso algunas obras no nos ha llegado ninguna”. Y si bien el mundo del arte y el espectáculo lo conoció por su dramaturgia y su poesía, “componía y tocaba el piano los fines de fiesta después de sus obras teatrales: De hecho, cuando fue a Nueva York a estudiar lo llamaban el español del piano, porque los gringos no entendían un carajo de su poesía, y lo llamaban así porque cada vez que había un piano se sentaba y tocaba”.

El festival arrancó el domingo 9 con Las canciones de Lorca, un diálogo entre la lírica y el cante jondo, con María Savastano (soprano), Raúl Canosa (piano), Raúl Jiménez y Eugenio Romero (cante), R. González Mediondo (guitarra), y los bailaores Vico Zapata y Zanubia Jatib, que contó con dos estrenos de piezas compuestas por Canosa sobre textos del poeta. Siguió el domingo 16 con epicentro en Bodas de sangre, una puesta de la compañía teatral Cazadores del Arte Perdido de la obra más dramática y visceral de García Lorca, símbolo universal de la pasión y el destino. El poeta español dio a conocer su obra musical junto a La Argentinita, la notable bailarina coreógrafa, canzonetista y bailaora de flamenco hispanoargentina, bautizada con el nombre de Encarnación López Júlvez. Con ella dio a conocer el cante jondo y las tradiciones andaluzas, y rescató y armonizó canciones populares españolas.
“Quizás por la grandeza e innovación de su obra poética, en ese sentido más creativa que la musical, haya sido el motivo de que esta faceta no se conociera tanto”, arriesga una hipótesis Canosa. Y eso que, señala, “Beethoven junto con Chopin eran sus autores favoritos”. “Que su amor por la música se conecta con la poesía es que le dedica un elogio hermosísimo a Beethoven y en ese elogio menciona alguna de las obras que vamos a interpretar en el tercer concierto y que él estudió en el conservatorio y también tocó al piano antes dedicarse más de lleno a la poesía”.
Pero el mundo de la música, además de tenerlo como autor e intérprete, le debe seguramente más que un puñado de grandes canciones. “La musicalidad del verso de Lorca hace que su poesía sea tan fácil de llevar a la música. En el concierto el otro día le puse música a su soneto más famoso que es el Soneto de la dulce queja y realmente encajaba maravillosamente”.

Sin embargo, esta serie de conciertos homenaje nacieron bastante de casualidad, como la vida misma, acaso diría García Lorca. “Este espectáculo nació el 5 de junio cuando hicimos el Concierto Homenaje para el aniversario de su nacimiento en la Federación (de Sociedades Españolas de Argentina, FEDESPA). Y fue tal el éxito y lo mucho que le gustó a la gente que decidí organizar un festival porque realmente había un material como para organizar un festival musical. Entonces hicimos las canciones de Lorca. Este domingo vamos a hacer el Elogio a Beethoven y el último la Orquesta Amadeus cierra con El amor brujo de Manuel de Falla y el Concierto para piano N.º 2 de Beethoven”.
Pero la casualidad es de antes. Canosa es músico académico, y hace un tiempo -no hace mucho-, comenzó a escribir poesía (“sobre todo aquí en Argentina”). El pianista se vino al país a tocar en el Colón y participar en otros conciertos, y a estudiar con Bruno Gelber. Por esas cosas que siempre se dice tiene esta ciudad, se quedó más de la cuenta.

Foto: Ministerio de Cultura de la Nación
“Empecé a escribir muchos sonetos, mucha poesía. Y eso me ha hecho conectar más con Lorca en esa doble faceta. Generalmente se complementan en el arte y dan más inspiración cuando uno tiene inspiraciones de distintas disciplinas. Poder tener destreza en ambas -aunque claro que mi mayor destreza sigue siendo en el instrumento-. He compuesto 50, 60 sonetos en los últimos meses. Eso me hizo sentir cercano a la musicalidad, a la poesía, a cómo fluye. Y eso me llevó a componer obras poniéndole música a poesías de diferentes autores. También le he puesto música a ciertos sonetos míos. Ahí es donde me identifiqué con esa doble faceta. Fue algo me llamó mucho la atención y me interesó presentarlo”.
El éxito de esa apuesta de junio pasado hizo el resto y el festival se armó solo. Ahora están viendo opciones para llevarlo a otras ciudades, aunque lo inmediato es completar este evento y viajar a España para las fiestas y luego a Dallas, Estados Unidos, donde también tiene residencia. “Ha sido una aventura fascinante descubrirle, programar algo que es muy original pero que al mismo tiempo está todo enmarcado dentro de esta figura tan española y tan universal que visitó la Argentina. Por eso decidí organizar todo este jaleo”.
Festival Federico García Lorca, el músico
Próximas presentaciones: Domingo 23 de noviembre a las 18: Elogio a Beethoven, de Lorca, con Luis Roggero (violín) y Raúl Canosa (piano). Domingo 30 a las 18: Manuel de Falla y Beethoven (Orquesta Amadeus), con dirección de Alfredo Corral, y la participación de Ulises Belén (piano) y Daniela Prado (mezzosoprano). Federación de Sociedades Españolas, Bernardo de Irigoyen 672.
