Mientras el gobierno intenta una defensa cada vez más compleja por el desenlace del plan de retenciones cero, arrecian las críticas de los productores agropecuarios, que vieron pasar por al lado los beneficios de la medida.
Ayer fue el turno de la titular de Federación Agraria, Andrea Sarnari, quien apuntó contra el decreto 682/2025 que impuso las retenciones cero a las exportaciones de productos agroindustriales en una ventana temporal hasta el 31 de octubre o acumular declaraciones de exportaciones por U$S 7000 millones.
Sarnari dijo que “cuando bajan las retenciones, los pequeños productores ya no tenemos cosecha. Los que se benefician son quienes tienen espalda para guardar y vender después a un mejor precio”.
Agregó que “el beneficio va a ser para los exportadores o para los grandes acopios que pudieron guardar la cosecha y la venden sin retenciones. Fue un gran negocio y una enorme transferencia de recursos hacia quienes ya tenían espalda”.
A la hora de plantear una solución, Sarnari se recostó en el planteo general en favor de una política de Estado: “No hay una política agropecuaria que tienda hacia un beneficio concreto del sector”, dijo.
En el mismo sentido se manifestó la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), que en un comunicado difundido el viernes habló de “indicios” que “apuntan a que fue una ventana de oportunidad y un negocio para unos pocos”. Coninagro opinó que “la eliminación de retenciones debe transformarse en una política de Estado permanente, que brinde previsibilidad y horizonte a quienes generan la producción primaria”. Y pidió que “se profundicen políticas que contemplen y fortalezcan al productor agropecuario”.
En tanto, la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales, las otras dos patas de la Mesa, pidieron en concreto que el gobierno nacional mantenga la fecha original de duración de vigencia de las retenciones, es decir fin de octubre.
La Rural, además, apunto a los precios que pagaron las cerealeras por el grano que compraron en esos tres días. “Se observa que las operaciones se concretaron a precios inferiores a la capacidad teórica de pago (FAS teórico), lo que refuerza la necesidad de ajustar la medida”, dijo.
Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación (ARCA, ex AFIP), intentó refutar esas afirmaciones al asegurar que las cerealeras subieron el precio de compra de los granos en hasta un 20%, un nivel por debajo del que hubiera correspondido por la eliminación de las retenciones.
Entre el lunes 22 y el miércoles 24, las cerealeras registraron 19,5 millones de toneladas de granos y derivados para exportación, por un valor un poco superior a los U$S 7000 millones de tope previsto para las retenciones cero.
Los cruces y reclamos surgen cuando se analiza de dónde salieron los productos. Las cerealeras aseguran que compraron 11 millones de toneladas a los productores. En cambio, organizaciones de base de productores aseguran que muy pocos productores pudieron vender y que, por el contrario, las cerealeras no compraron grano sino que solo hicieron el registro de exportación. Ahora disponen de 180 días para comprar el producto, al que le descontarán el porcentaje de las retenciones, proporción que no entregarán al Estado porque registraron la operación durante la ventana de retenciones cero.
A cambio de este beneficio, que se calcula en unos 2 billones de pesos, entregarán al mercado los U$S 7000 millones: el viernes, el Tesoro adquirió U$S 1300 millones que fueron a su cuenta en el Banco Central, con lo que engrosaron las reservas.