Según la última Encuesta de Hogares, correspondiente al mes de septiembre, que realiza el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), en Córdoba seis de cada 10 hogares tuvo dificultades para acceder plenamente a la canasta básica de alimentos.
Ante la consulta: «Durante septiembre 2025 y en función de la economía actual de su Grupo Familiar, ¿Pudieron acceder plenamente a la Canasta Básica Alimentaria?», el 57,9% de los consultados dijo que no, mientras que solo 42,1% contestó que sí.
El IETSE es un centro de investigaciones del Centro de Almaceneros de Córdoba. La Encuesta de Hogares abarcó la consulta de 2.500 casos efectivos de distintos niveles socioeconómicos de todo el territorio provincial en septiembre.
El informe agregó que entre quienes sí alcanzaron a cubrir la canasta de alimentos, el 71% lo hizo gracias a ayuda estatal, como la AUH, la Tarjeta Alimentar o el acceso a los programas provinciales.
Esto quiere decir que apenas 12 de cada 100 cordobeses encuestados por el IETSE lograron acceder a la Canasta Básica Alimentaria (CBA) con sus propios medios.
La encuesta presenta otros datos que marcan la magnitud de la crisis social en la provincia mediterránea. Por caso, en el 50,7% de los hogares, al menos un miembro debió eliminar alguna comida diaria, mayormente la cena.
Además, el 31% reportó situaciones de hambre no satisfecho. En el 19% de los hogares, fue necesario pedir comida o dinero para alimentarse. El 10,6% de los hogares refirió que algún integrante se alimentó una sola vez al día o debió ayunar de manera forzada.
«Estos datos evidencian un deterioro estructural del tejido social y de la seguridad alimentaria, que se sostiene en niveles críticos y compromete de manera directa la salud de la población», dijo el IETSE.
Derrumbe del consumo
El informe incluye datos de ventas de los almacenes en la provincia de Córdoba. “En términos de consumo, septiembre fue el peor mes del año en ventas minoristas, con una caída del 9,3% interanual en volumen”, precisó el estudio.
Agregó que entre enero y septiembre el retroceso fue del 21,65%, lo que indica la magnitud del ajuste en el poder de compra de los hogares y la contracción del mercado interno, que resultan de la política económica del gobierno nacional.
En su análisis macroeconómico, el IETSE señala que la volatilidad cambiaria se viene registrando desde fines de julio, de igual manera que su traslado a precios por parte de las fábricas de productos de consumo masivo, el comercio mayorista y los distribuidores. El apoyo del gobierno de Estados Unidos a la administración de La Libertad Avanza generó expectativas de estabilización del tipo del cambio y de los precios en la última semana del mes, pero la tendencia no cambió.
“La recuperación del peso no logró sostenerse y, frente a la persistencia de la desconfianza, los bonos soberanos argentinos retrocedieron, y el riesgo país cerró el mes por encima de los 1.100 puntos”, destacó el informe, que advirtió que el traslado de la volatilidad a bienes de primera necesidad fue “casi inmediato”.
De esa manera, el rubro de los alimentos y bebidas sin alcohol, el de mayor ponderación en la medición mensual, aumentó un 2,6% en septiembre, por encima del promedio general que fue del 2,4%. Dentro del indicador hubo subas del 7% en lácteos y del 6% en aceites que, entre otras subas, explicaron la aceleración respecto de registros anteriores.